Estas cuatro frases se encuentran todas en el Salmo 66. Aquí vamos…
¿Dios no es asombroso?
Cuanto más reconozcas la obra de Dios en tu vida y le des crédito por ello, mejor darás testimonio. “Digan a Dios: ‘¡Cuán asombrosas son tus obras!'” (versículo 3). Cuando las personas te dan un cumplido, da crédito a Dios.
¿Puedo compartir algo?
Hazle esa pregunta a alguien antes de dar testimonio. Anticipa algo importante. Luego continúa diciendo: “Vengan y vean las obras de Dios, sus asombrosas obras para con los hombres” (versículo 5). Las preguntas generan interés.
Dios lo resolverá.
Uno de los momentos más poderosos para dar testimonio es cuando estás pasando por problemas. “Pues tú, oh Dios, nos pusiste a prueba; nos refinaste como se refina la plata. Nos metiste en la red; nos pusiste cargas pesadas en la espalda. Nos hiciste pasar por fuego y por agua, pero al final nos trajiste a un lugar de abundancia” (versículos 10-12). Cómo enfrentas el sufrimiento dirá mucho a aquellos que tienen dudas sobre Dios y su bondad.
¡Eso es una respuesta a la oración!
Mantente atento a Dios recordando lo que has pedido en oración. ¿Está abriendo una nueva puerta? ¿Cerrando una? ¿Estás cruzando caminos con nuevas personas? Reconoce la mano de Dios. “Permíteme contarte lo que él ha hecho por mí… Dios ha escuchado y ha atendido mi oración” (versículos 16, 19).
Estas cuatro frases te ayudarán en tu testimonio. ¿Cuál usarás hoy?